El color blanco se asocia, entre otras cosas, a la paz, la tranquilidad y la pureza. Y una de las características más destacadas del edificio de la Fundació Joan Miró es su (único) color, el del hormigón blanco.
Así pues, ¿por qué no tomar el color blanco como punto de partida de un taller sobre la arquitectura, el arte y el paisaje del entorno, los tres ejes que articulan gran parte de la programación de la Fundació Joan Miró ?
De entrada tenemos el edificio. Por otro lado, tenemos el arte, la obra rica, variada y llena de colores de Joan Miró. Pero no todas las obras son tan coloridas. Precisamente en 1968 hace unas cuantas obras donde prácticamente no hay más color que el blanco (y alguna nota puntual de negro o azul):
– «Paisaje». 1968
– «Pintura sobre fondo blanco para la celda de un solitario (I, II y III)», 1968
– “Pájaro solar”, 1968
Por último, el paisaje, principalmente verde. ¿Siempre? No, no siempre. En días de niebla, lluvia o nieve muestra todas las tonalidades del blanco.
¿Y con todo esto qué hacemos? Pasear, recorrer y así construir historias. El edificio está organizado a partir de un recorrido expositivo (de una promenade architecturale) en torno al patio central, el cual es a la vez cruzado por un eje que comienza en la acera con la rampa de entrada y termina en el Patio Norte con Barcelona a los pies.
Así, tomamos el andar, el recorrer, el deambular, tal y como hacían los flâneurs, los dadaístas y los situacionistas, para observar y, a partir de ahí, generar relatos donde el arte, la arquitectura y el paisaje sean protagonistas y el blanco se convierta (casi) en el único color presente. El relato será explicado en forma de libro y cada asistente creará y se llevará su creación.
- Duración 2 horas
- Metodología taller sensorial y creativo
- Dirigido a niñas y niños de 5 a 12 años y familias
- Conductores miembros de El globus vermell
- Info y reservas Fundació Joan Miró
